1.- ESPECIE, TÉCNICA Y ALIENACIÓN. En «Critica dell’utopia capitale» de Giorgio Cesarano (1928-1975), libro compuesto de fragmentos escritos desde 1969 y publicado póstumamente en 1993, el poeta, escritor, traductor y activista anarquista, cercano a luddistas, situacionistas y comunistas obreros de la escena de Milán del “pensamiento radical italiano” de los años sesenta y setenta –participa y testifica de la revuelta de marzo a junio de 1968 en Milán (la “primavera milanesa”, el mayo del 68 italiano)–, ofrece una interesante hipótesis sobre la alienación contemporánea como antropomorfización del capital, siguiendo algunos vectores del pensamiento de Jacques Camatte. Se trata de una suerte de hipótesis antropogenética que consta de tres enunciados básicos: 1) que el desarrollo de la “especie humana” ha sido la historia de la sumisión de la especie al trabajo y la producción de utensilios-prótesis que se hacen cargo cada vez más del cuerpo viviente, progresivamente reducido a la condición de apéndice alienado y subyugado; 2) que el desarrollo de la “psyché individual”, separada del cuerpo, como pensamiento que se piensa a sí mismo, deviene Ego colonizado por el capital, es decir, “persona” en su forma tendencial moderna, en cuanto dispositivo de introyección de la obediencia (autonomización funcional) e interiorización de la ley del valor en proceso (movilización total de la ley del valor, hoy diríamos “capital humano” e “identitarismos” ya sea universalistas o particularistas); y 3) que la producción del lenguaje, tecnificado como “conjunto de señales autonomizadas”, se acumula como trabajo muerto y termina por constituir un aparato-medio tecnificado de comunicación, de modo que los vivientes pierden la potencia común e inapropiable del lenguaje en la medida en que éste se apropia privativamente en un aparato intencional ꟷen el sentido de la “concepción burguesa de la lengua” apuntado por Walter Benjamin. De tal modo que, como corolario, la “cultura” o (in)coincidencia entre cuerpo y técnica, que abriría mundo en cuanto potencia de tecnicidad experimental del viviente, se convierte en una forma de alienación, en una coincidencia entre cuerpo y técnica que se quiere total. La cultura como alienación consistiría así, por una parte, en un cierre operativo-funcional de los vivientes, y por otra, en una sacrificialidad de la expresividad y de la vida misma de aquellos que no se dejan reducir a la operatividad del comando ontológico del caso ꟷmodernamente el capital, como comando de la economía de la presencia y teleología trascendental en sentido historicista.
Anthropomorphism of capital, civil war and survival I
1.- SPECIES, TECHNIQUE AND ALIENATION. In “Critica dell’utopia capitale”, a book by Giorgio Cesarano (1928-1975) composed of fragments written since 1969 and published posthumously in 1993, the poet, writer, translator and anarchist activist, close to Luddites, Situationists and worker communists of the Milanese scene of “Italian radical thought” from the sixties and seventies – he participated in and testified the revolt of March to June 1968 in Milan (the “Milanese Spring”, the "Italian May of 68") – offers an interesting hypothesis on contemporary alienation as the anthropomorphization of capital, following some vectors of Jacques Camatte’s thought. This is a kind of anthropogenetic hypothesis consisting of three basic statements: 1) that the development of the “human species” has been the history of the submission of the species to work and the production of prosthetic tools that increasingly take over the living body, progressively reduced to the condition of an alienated and subjugated appendage; 2) that the development of the “individual psyche,” separated from the body, as a thought that thinks itself, becomes an Ego colonized by capital, that is, a “person” in its modern, tendential form, as a dispositive for the introjection of obedience (functional autonomization) and the internalization of the law of value in process (total mobilization of the law of value, today we would say “human capital” and “identitarianisms,” whether universalist or particularist); and 3) that the production of language, technified as a “set of autonomized signals,” accumulates as dead labor and ends up constituting a technified apparatus-medium of communication, such that the living lose the common and non-appropriable potentiality of language to the extent that it is privately appropriated in an intentional apparatus ꟷin the sense of the “bourgeois conception of language” pointed out by Walter Benjamin. In such a way that, as a corollary, the “culture” or (in)coincidence between body and technology, which would open up the world as a potentiality of experimental technicity of the living, becomes a form of alienation, a coincidence between body and technology that is intended to be total. Culture as alienation would thus consist, on the one hand, in an operational-functional closure of the living, and on the other, in a sacrifice of the expressiveness and life itself of those who do not allow themselves to be reduced to the operativity of the ontological command of the case ꟷmodernly capital, as command of the economy of presence and transcendental teleology in the historicist sense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario