martes, 5 de noviembre de 2024

Gonzalo Díaz-Letelier / Antropomorfosis del capital, guerra civil y supervivencia II (bilingual Spanish-English)


2.- TÉCNICA Y DISPOSITIVO. La tecnicidad del animal humano ha devenido “históricamente” dispositivo, pero no puede ser reducida a ningún dispositivo. La de Cesarano no se trata, pues, de una tesis tecnofóbica, pero sí de una hipótesis atenta a las lógicas dispositivas de dominación técnica en curso. En cuanto modo de ponerse en juego el viviente ꟷy no sólo como algo ahí-delante a la mano, o no en cuanto meras objetivaciones de la tecnicidad en herramientas, máquinas y sistemas automatizados de gobernanzaꟷ, la tecnicidad del animal abre "imaginalmente" –en el caso de los animales con interfases predominantemente fotológicas, como la del mamífero humano– virtualidades, espaciamientos y temporalizaciones en el medio material de lo viviente, precisamente a partir de una carencia instintiva radical (en un sentido próximo al que entiende Samuel Butler: el “instinto” como estabilización del “hábito” hermenéutico, práctico y declarativo mediante la posición de un fundamento hermenéutico, por contraste con el desfondamiento ontológico del “pensamiento”, que se jugaría más bien en la interrupción y metamorfosis del hábito). De modo que la paradoja de esta suerte de trampa semiótica es que, autonomizándose el aparato protésico de las tecnologías y lenguas epocales, “sacralizándose”, extrañándose y separándose de los cuerpos vivientes rizomáticamente enmarañados e imaginantes, termina aislándoles y domesticándoles para productivizarles e, incluso, amenazándoles con la extinción ꟷcomo si fueran “enemigos externos” cuando osan descarrilar el gigantesco sistema de clichés intencionales que llamamos “mundo” o “cultura” al interior de una burbuja de “civilización” (en la que en cada caso nos subjetivamos en principio: facticidad hermenéutica). El dispositivo del capital contemporáneo sería tendencialmente totalitario, pues consiste en su antropomorfización, en la identificación entre pueblo y capital. La relación entre vida humana y capital ya no se jugará en relaciones marcadas por la heteronomía, como en el caso de la esclavitud o el trabajo asalariado, sino por la “autonomía” de la persona (introyección de la obediencia y funcionariato) como capital humano socialmente automatizado. Esta abstracción nihilizante, la alienación y aislamiento que sufre el viviente en la sociedad capitalista, según Cesarano daría cuenta del capitalismo como una lógica de “organización y planificación de la nada”, de funcionalización en el “impecable automatismo de las comunidades ficticias del nihilismo”.   


Anthropomorphism of capital, civil war and survival II

2.- TECHNIQUE AND DISPOSITIVE. The technicity of the human animal has historically become a dispositive, but it cannot be reduced to any dispositive. Cesarano's thesis is not, therefore, a technophobic one, but rather a hypothesis attentive to the dispositive logics of technical domination in progress. As a way of putting the living into play ꟷand not just as something there-in-front at hand, or not as mere objectifications of technicity in tools, machines and automated systems of governanceꟷ, the technicity of the animal "imaginatively" opens up – in the case of animals with predominantly photological interfaces, such as that of the human mammal – virtualities, spacings and temporalities in the material medium of the living, precisely from a radical instinctive lack (in a sense close to that understood by Samuel Butler: “instinct” as the stabilization of the hermeneutic, practical and declarative “habit” through the position of a hermeneutic foundation, in contrast to the ontological anarché of “thought,” which would rather be played out in the interruption and metamorphosis of habit). Thus, the paradox of this kind of semiotic trap is that, by autonomizing the prosthetic apparatus of epochal technologies and languages, by “sacralizing” itself, by estranging itself and separating itself from the rhizomatically entangled and imaginative living bodies, it ends up isolating and domesticating them in order to productivize them and, even, threatening them with extinction ꟷas if they were “external enemies” when they dare to derail the gigantic system of intentional clichés that we call “world” or “culture” within a bubble of “civilization” (in which in each case we subjectivize ourselves in principle: hermeneutic facticity). The dispositive of contemporary capital would be tendentially totalitarian, since it consists of its anthropomorphization, in the identification between people and capital. The relationship between human life and capital will no longer be played out in relationships marked by heteronomy, as is the case of slavery or wage labour, but by the “autonomy” of the person (introjection of obedience and funcionariat) as socially automated human capital. This nihilistic abstraction, the alienation and isolation that the living being suffers in capitalist society, according to Cesarano, would explain capitalism as a logic of “organization and planning of nothingness”, of functionalization in the “impeccable automatism of the fictitious communities of nihilism”.

Gonzalo Díaz-Letelier / Antropomorfosis del capital, guerra civil y supervivencia I (bilingual Spanish-English)


1.- ESPECIE, TÉCNICA Y ALIENACIÓN. En «Critica dell’utopia capitale»  de Giorgio Cesarano (1928-1975), libro compuesto de fragmentos escritos desde 1969 y publicado póstumamente en 1993, el poeta, escritor, traductor y activista anarquista, cercano a luddistas, situacionistas y comunistas obreros de la escena de Milán del “pensamiento radical italiano” de los años sesenta y setenta –participa y testifica de la revuelta de marzo a junio de 1968 en Milán (la “primavera milanesa”, el mayo del 68 italiano)–, ofrece una interesante hipótesis sobre la alienación contemporánea como antropomorfización del capital, siguiendo algunos vectores del pensamiento de Jacques Camatte.  Se trata de una suerte de hipótesis antropogenética que consta de tres enunciados básicos: 1) que el desarrollo de la “especie humana” ha sido la historia de la sumisión de la especie al trabajo y la producción de utensilios-prótesis que se hacen cargo cada vez más del cuerpo viviente, progresivamente reducido a la condición de apéndice alienado y subyugado; 2) que el desarrollo de la “psyché individual”, separada del cuerpo, como pensamiento que se piensa a sí mismo, deviene Ego colonizado por el capital, es decir, “persona” en su forma tendencial moderna, en cuanto dispositivo de introyección de la obediencia (autonomización funcional) e interiorización de la ley del valor en proceso (movilización total de la ley del valor, hoy diríamos “capital humano” e “identitarismos” ya sea universalistas o particularistas); y 3) que la producción del lenguaje, tecnificado como “conjunto de señales autonomizadas”, se acumula como trabajo muerto y termina por constituir un aparato-medio tecnificado de comunicación, de modo que los vivientes pierden la potencia común e inapropiable del lenguaje en la medida en que éste se apropia privativamente en un aparato intencional ꟷen el sentido de la “concepción burguesa de la lengua” apuntado por Walter Benjamin. De tal modo que, como corolario, la “cultura” o (in)coincidencia entre cuerpo y técnica, que abriría mundo en cuanto potencia de tecnicidad experimental del viviente, se convierte en una forma de alienación, en una coincidencia entre cuerpo y técnica que se quiere total.  La cultura como alienación consistiría así, por una parte, en un cierre operativo-funcional de los vivientes, y por otra, en una sacrificialidad de la expresividad y de la vida misma de aquellos que no se dejan reducir a la operatividad del comando ontológico del caso ꟷmodernamente el capital, como comando de la economía de la presencia y teleología trascendental en sentido historicista.


Anthropomorphism of capital, civil war and survival I

1.- SPECIES, TECHNIQUE AND ALIENATION. In “Critica dell’utopia capitale”, a book by Giorgio Cesarano (1928-1975) composed of fragments written since 1969 and published posthumously in 1993, the poet, writer, translator and anarchist activist, close to Luddites, Situationists and worker communists of the Milanese scene of “Italian radical thought” from the sixties and seventies – he participated in and testified the revolt of March to June 1968 in Milan (the “Milanese Spring”, the "Italian May of 68") – offers an interesting hypothesis on contemporary alienation as the anthropomorphization of capital, following some vectors of Jacques Camatte’s thought. This is a kind of anthropogenetic hypothesis consisting of three basic statements: 1) that the development of the “human species” has been the history of the submission of the species to work and the production of prosthetic tools that increasingly take over the living body, progressively reduced to the condition of an alienated and subjugated appendage; 2) that the development of the “individual psyche,” separated from the body, as a thought that thinks itself, becomes an Ego colonized by capital, that is, a “person” in its modern, tendential form, as a dispositive for the introjection of obedience (functional autonomization) and the internalization of the law of value in process (total mobilization of the law of value, today we would say “human capital” and “identitarianisms,” whether universalist or particularist); and 3) that the production of language, technified as a “set of autonomized signals,” accumulates as dead labor and ends up constituting a technified apparatus-medium of communication, such that the living lose the common and non-appropriable potentiality of language to the extent that it is privately appropriated in an intentional apparatus ꟷin the sense of the “bourgeois conception of language” pointed out by Walter Benjamin. In such a way that, as a corollary, the “culture” or (in)coincidence between body and technology, which would open up the world as a potentiality of experimental technicity of the living, becomes a form of alienation, a coincidence between body and technology that is intended to be total. Culture as alienation would thus consist, on the one hand, in an operational-functional closure of the living, and on the other, in a sacrifice of the expressiveness and life itself of those who do not allow themselves to be reduced to the operativity of the ontological command of the case ꟷmodernly capital, as command of the economy of presence and transcendental teleology in the historicist sense.